martes, 28 de febrero de 2017

Arcoíris de gravedad: Monumental

Alvin Reyes

Gracias al Internet uno recibe mucha información, muchas veces útil. Así el otro día encontré una lista de las diez novelas más difíciles de leer. La número uno era Ulises, si aquella que el insigne Paul Coelho acusó de no dar más que para un Tweet. La segunda era otra novela de Joyce “Finnegans wake”, la cual no he podido encontrar en español. El título de la tercera llamó poderosamente mi atención “Gravity´s rainbow”, “Arcoiris de gravedad”.

Existen varios tipos de lectores en este mundo, están aquellos que llamo “lectores lineales”  a esos solo les importa el contenido de la trama, solo les interesa saber si el bueno gana y si se lleva la chica, o si el asesino era tal o cual sospechoso, algunos me han confesado que leen primero el final a ver si vale la pena leer el libro completo. Esos son los que leen Best Sellers, los que leen a Dan Brown, al propio Coelho o Harry Potter. Esta novela no es para ellos. 

Todavía me cuesta entender la mente que ha sido capaz de escribir este portento. Thomas Pynchon, su autor, es un individuo esquivo no se presenta en público, no concede entrevistas y no se tienen fotos recientes.. Ese es el enigma que rodea al autor. Pero el habla a través de sus novelas “V”, “La subasta del lote 49”, “Contraluz” son algunas de las novelas por medio de las cuales Pynchon se nos muestra.
Pero vamos a la que nos ocupa “Arcoíris de gravedad” veamos:

“Tyrone Slothrop, un militar norteamericano que trabaja para la inteligencia aliada en Londres, en 1944, padece un grave problema: siempre que cae una de las bombas autopropulsadas alemanas V-2, él tiene una erección. De niño, Slothrop fue sometido a experimentos pavlovianos por el profesor de Harvard Laszlo Jamf, un loco científico alemán que ahora trabaja para los nazis. Laszlo inventó el Imipolex G, un nuevo plástico útil en el aislamiento de los cohetes, y condicionó las partes pudendas de Tyrone para que respondieran a la presencia de ese nuevo plástico. Ahora, ya adulto, nuestro protagonista no puede evitar sentir la presencia del Imipolex en las bombas, y sus superiores militares están investigándolo. En una Alemania devastada por la guerra, Tyrone se enfrenta a legiones de extraños enemigos, de los que tendrá que huir haciendo cabriolas.” (De la contraportada de la edición en español del 2012 publicada por Tusquets)

Este es un pobre intento de revelar una trama donde la realidad es que no hay trama no hay historia, no hay protagonistas ni antagonistas. Solo existe la literatura por el placer de escribir. La erudición por el placer de la propia erudición, el saber por el disfrute del saber, leerla solo por el placer de leer. Se dice que más de cuatrocientos personajes aparecen a través de las 1200 páginas de la obra, yo intente hacer una lista pero, al igual que al Ireneo de Borges, me “disuadieron dos consideraciones: la conciencia de que la tarea era interminable, la conciencia de que era inútil”. Estos personajes que salen, desaparecen, vuelven a aparecer cuando ya te habías olvidado de ellos, pero, ojo, cada uno, por insignificante que parezca, tiene un papel estelar en la trama, increíble, cada personaje importa, todos en conjunto son los protagonistas. Para dar una idea de lo que se trata esta novela diremos que Pynchon nos lleva y nos trae de la mano de los más diversos pasajes históricos y de los más variados personajes: la primea y segunda guerra mundial, el genocidio del pueblo “herero” de Namibia por parte de los alemanes, la muerte de John Dillinger, la guerra ruso-japonesa de 1905, Werner Heisenberg y su Principio de Incertidumbre, Werner Von Braun, el islamismo, la revolución Bolchevique, los perros de Pavlov, la Pampa Argentina, la pornografía visual anti erótica, Kekulé y el descubrimiento de los anillos aromáticos del Benceno, Borges, el Martin Fierro, la mecánica cuántica, los Illuminati, la masonería, el cine expresionista alemán, el cine de Hollywood, etc. Como un dato sobre esto  les digo que hay en ella un par de pasajes que si usted no ha leído “The rime of the ancient mariner” no los va a entender. Esta es una novela que solo pude entender auxiliado de Google, tal es la cantidad de información que te ofrece.

No me atrevo a recomendar a nadie esta novela escribo esto para hacer una catarsis de lo que he leído, de lo que ella me ha transformado. Pero si alguno se atreviera u osase hacer he encontrado en la red unos tips, que creo son útiles para su lectura:

1. No tiene sentido correr. Dedícale su tiempo.
2. Paladea cada trozo: disfruta el viaje.
3. Cualquier tema cabe, en cualquier momento.
4. Internet y las enciclopedias son tus aliadas.
5. No todo tiene que tener sentido. Si lo tiene, nadie te obliga a encontrarlo.
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Enfrentarme a este libro no significo para mí una lectura sino un descenso, un violento aterrizaje, a los oscuros paramos del alma humana

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